1 de junio de 2017

Contratar actitud

Si fuera necesario tener un sólo principio para guiar las decisiones de Recursos Humanos ¿cuál sería? (No vale "no llamarlo Recursos Humanos"). Podríamos recurrir a Ridderstråle y Nordström los autores de "Funky Business", que dicen que para trabajar en un mundo karaoke y poder seguir cantando hay que...



Contratar actitud


Las personas no son solamente individualistas. También desean pertenecer. Muchos estudios sobre la cultura tratan el individualismo y el colectivismo como dos extremos de un continuo. De manera que la empresa karaoke futura no es individualista ni colectivista. Debe ser ambas cosas. Tú + unión = tunión. Egos reunidos y comunidad individualizada; personalidades fuertes que se mantienen unidas por un propósito compartido.

Las firmas que tengan futuro utilizarán este hecho en su provecho. Para impedir que Cacofonía S.A. se convierta en Caos S.A., construirán una comunidad o tribu organizativa en la que las personas compartan una identidad común. "Las empresas no dirigirán las carreras de nuestras empleados, proporcionarán oportunidades que capaciten al empleado para desarrollar identidad y capacidad de adaptación con el fin de que puedan hacerse cargo de sus propias carreras", dicen los autores de The New Portean Career Contract. Cuando la gente tiene poco tiempo para cualquier tipo de actividad externa, no debería constituir una sorpresa que aportarán al trabajo creencias religiosas y cuasi religiosas. Este desarrollo es simplemente la extensión lógica de lo que llamamos generalmente cultura corporativa. El futuro verá cómo se incrementa el foco sobre la utilización de la visión, el contar historias y cualquier otra herramienta a disposición de los líderes para formar tribus organizativas.

La forma más fácil de conseguir que la gente comparta nuestros valores es contratar a aquellos que ya los comparten. De manera que esperamos ver a más organizaciones cada vez contratando personas con la actitud adecuada y, después, formándolas para que adquieran sus capacidades. Siempre se ha echado a las personas por tener una actitud equivocada: "Juan era un gran programador, lástima que le gustara andar por los pasillos en pantalones de piel de leopardo". No hay que extrañarse de esto. Los grandes líderes tienen muchas características diferentes, pero generalmente han sido despedidos sólo por la ausencia de dos, carácter y juicio. Es hora de aceptar todas las consecuencias prácticas, antes de que las cosas se nos escapen de las manos.

Contemplemos organizaciones con culturas fuertes como los Ángeles del Infierno, Virgin, los hinchas del Manchester United o Nike. Imaginemos a los Ángeles del Infierno contratando a las personas por sus capacidades y formándolas después en las actitudes. Estas organizaciones no creen sencillamente en la idea de contratar a las personas por tener las capacidades adecuadas para reprogramar después sus sistemas de valores. Los valores primero.

¿Por qué? Bien, la vida media del conocimiento se está reduciendo tan rápidamente que si contratamos hoy a alguien que tenga un conocimiento importante, estas capacidades pueden quedar obsoletas tres meses después. 

Otro elemento es que resulta más fácil cambiar nuestras capacitaciones que nuestros valores básicos, lo que resulta obvio para cualquier que haya tratado de vivir alguna vez con otra persona. Esto implica también que, desde el punto de vista de constituir y mantener después unida a una tribu, no hay conjuntos de valores mejores o peores. Los valores son simplemente diferentes, una organización para cada individuo y un individuo para cada organización.

Lo importante es que, si conseguimos subir a bordo a suficientes personas de la misma mentalidad (no de mentalidad única), los procesos tienden a reforzarse mutuamente. "A las personas que están aquí les gusta inventar, y, como consecuencia, atraen a otras personas a las que les gusta inventar", dice Jeff Bezos de Amazon. Los valores tienen imán. Los valores atraen.



Fuente:

Ridderstråle, Jonas & Nordström, Kjell: Karaoke Capitalism. 2004. Pearson. 

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